Una expresión pura de instintos humanos
Soy una bestia, el amante de un coito comunal,
retrograda fiera de pubis callado, fruto de una conciencia testicular,
navegante de mi ártico a veces en sueños diurnos, desventura de juventud en un
viciado vuelo nocturno; entre los vientos de lo antártico, nace la hambrienta
palidez añorando lo oscuro.
Maquina leguminosa, protoartista biliar. Álgido rostro
palparía, odio en un fruncido trazo entre ceja, el rencor en una mirada yace,
profunda y penetrante aversión gesticular, un puro instinto vesicular. Una
lagrima de ilegalidad, la desesperación viene en espiral, las brochas en mis
puños he puesto, sumergidos en fluido biliar, el golpe mi técnica, el rojo mi
toque especial, inspiración hemoglobínica el dolor creara, la victima mi lienzo
será, pues soy un pintor y soy un animal.
Tallar el mármol sutilmente en manos húmedas, el
instrumento tomar la delicada caverna helénica frotar, con la fuerza el tronco
erguido esculpir la caricia propia, un roce una agitación, la culminación en
fluido medular, el pecado en la mano manchada moldear, ser el arte autónomo de
complacencia, pues soy un escultor y soy un animal.
El arte de la carne y lo mas humano, paralelismo
sanguíneo amamantado de dicha del pecho a contra flujo, penetrante de vida en
una garganta contraída que trae a empujós un ideal, un gemido vuelto ideal,
aquella muerte chiquita convertida en vestidos de noche, disfraces de fiesta,
animales de carne y hueso; respirando amor exhalando pensamiento.
Sentir que existo, la aurícula arrebatando una
realidad imaginada, regalo de viciada pureza, la carne ventrículo de lo humano
la expresión más animal del arte.
El licor ha llenado las venas de tu hijo, el alquitrán
corroe oxidando los pulmones del prodigio, de sus genitales nace el claroscuro
eyaculando limo sucio, la sangre le hierve el alma le cuaja, el arpegio en la
palabra se vuelve pues soy un animal, soy…
-Por Recio
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