La importancia de dejar a la mujer tomar las decisiones sobre su propio cuerpo
Las
cuestiones públicas deben ser laicas. Siempre, sin excepción. Si no es así son
violatorias a los derechos humanos. ¿Por qué? Defiendo que, en temas que no
afectan la voluntad de terceros, las leyes no deben ser prohibitivas sino al
contrario, deben dejar a la libre decisión de la persona que se encuentre en
dicha situación. Y no, un óvulo recién fecundado no es una vida.
La
reforma al artículo 144 del Código Penal del Distrito Federal de 2007 señala
que el aborto inducido es legal hasta las 12 semanas de embarazo. Esto
sustentado por el Colegio de Bioética quienes señalan con argumentos racionales
y no morales que:
“Los
conocimientos científicos sobre el genoma, la fertilización, el desarrollo del
embrión humano y la fisiología del embarazo indican que el embrión de 12
semanas NO es un individuo biológico ni mucho menos una persona, porque:
a)
Carece de vida independiente, ya que es totalmente inviable fuera del útero.
b)
Si bien posee el genoma humano completo, considerar que por esto el embrión de
12 semanas es persona obligaría a aceptar como persona a cualquier célula u
órgano del organismo adulto, que también tienen el genoma completo. La
extirpación de un órgano equivaldría entonces a matar a miles de millones de
personas.
c)
A las 12 semanas el desarrollo del cerebro está apenas en sus etapas iniciales
y no se ha desarrollado la corteza cerebral ni se han establecido las
conexiones nerviosas hacia esa región que son indispensables para que puedan
existir las sensaciones.
d)
Por lo anterior, el embrión de 12 semanas no es capaz de experimentar dolor ni
ninguna otra percepción sensorial, y mucho menos de sufrir o de gozar.”1
¿Qué
más razones científicas quieren? Ni la Comisión ni el Senador quieren defender
la vida. Si tanto se preocupará por la misma ¿por qué no se acerca a la
Comisión de Comercio y Fomento
Industrial y se encarga de trabajar para mejorar el Indicador Global de la
Actividad Económica (IGAE) que en el mes de marzo observó una caída del 0.81% con
relación al mes anterior?2 ¿O
por qué no se acerca a la Comisión de Población y Desarrollo para buscar la
mejora en la posición de México en materia de Índice de Desarrollo Humano (IDH)
que en 2012 ocupó la posición 61 por debajo de Cuba, Chile, Panamá, Uruguay y
Argentina.3 Si es que tanto le preocupa la vida ¿por qué no acercarse a la Comisión de
Salud y buscar la mejora en materia de planificación familiar y
anticoncepción?
Todo
esto sin señalar la forma denigrante en la que se refiere a las familiar del
mismo sexo. No, senador José María Martínez Martínez. Decidir acerca de la
orientación sexual no es moda ni tendencia, es un derecho que toda persona
merece. Su postura es mera cuestión moral, religiosa y discriminatoria. Celebro
que las “parejas diversas” interpongan una queja ante la CNDH pues están en su
derecho y tienen toda la razón.
Hay
algo que tanto la Iglesia católica como la mayoría de los miembros del Partido
Acción Nacional deben entender. El encargado de velar por su concepción de cómo
debe ser una mujer, un hombre y una familia es el temor a su Dios. Eso deben
dejárselo al sacerdote, al teólogo, a la doctrina y a sus tradiciones y
cultura. Nada más. No es culpa de la sociedad que sus poderes coercitivos no
funcionen, eso es meramente cuestión suya.
Senador,
que tanto apela a la democracia: ¿dónde queda la pluralidad de pensamiento? La
suya, la que señaló en su discurso es una “democracia autoritaria”. Una
democracia coercitiva y además absurda. ¿Qué no merece la mujer, la familia del
tipo que sea, decidir sobre el futuro de la misma? ¿Qué no es completamente
lógico tomar la decisión de inducido ante una violación? ¿Qué no la mujer es
capaz de decidir si quiere traer un ser humano al mundo, si ella o en conjunto
con su pareja son capaces de darles una vida digna? ¿Quién es usted para
decidir sobre la voluntad de una mujer? ¿Quién es usted y quienes son ustedes,
los defensores de esta postura, para señalar que está bien y que está mal?
-Por Samantha
Venses
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