Cuando comencé por escribir el primer articulo de esta bonita serie buscaba, entre otras cosas, compartir artículos sencillos y fáciles de digerir. Por lo tanto, le pido una disculpa todos los intelectuales
que me leen: Sí, tú, el que tiene tatuada una frase “intelectual” en la frente.
Sin embargo, hoy los invito a que no sigan siendo esos intelectuales de pacotilla, aquellos que se refieren a trazados aleatorios como obras de arte simplemente porque el autor es reconocido a nivel mundial, sin tratar de generar un juicio propio. Y ese no es el único ejemplo,
de igual forma, en todos los ámbitos de estudio hay gente que se dedica a no
reflexionar.
Hemos llegado a un punto en nuestra sociedad en el que es necesario el apoyo de
todos para salir adelante social, cultural y económicamente, y perdonen si es un ideal muy grande, pero los “intelectuales” no resultan de mucha ayuda, y menos porque no son tan intelectuales, ya que siempre terminan apoyando las campañas y partidos políticos. Si ellos buscaran realmente contribuir en algo no tomarían el camino de la política. Cabe recalcar, que en tiempos
modernos parece que no se es un “intelectual” si no se apoya a la izquierda: una izquierda
resquebrajada por la corrupción y la falta de visión a largo plazo.
Entonces yo te pregunto a ti, mi sexy lector ¿Realmente podemos confiar en unos intelectuales que apoyan una izquierda
quebrada? Y no hablo únicamente de esos pseudo anarquistas-intelectuales, incluyo también a los que tienen una larga carrera y se mueven por las altas esferas de
nuestra mal formada sociedad, pero que no enfocan su conocimiento en
promover un desarrollo general y que se sustente a largo plazo.
Sin embargo ¿Quien soy yo para que esos “intelectuales” dejen de lado sus intereses y
hagan algo razonable y funcional por el país?
-Por Agua de Soja
No hay comentarios:
Publicar un comentario